Estamos a primeros de septiembre y con ello llega la vuelta al cole. Pero otro inquilino indeseable entra en la ecuación. Los piojos. Estos desagradables bichos, aunque más que desagradables les llamaría molestos, son parásitos sin alas. Los piojos viven en las cabezas de las personas y toman de alimento nuestra sangre. Además cuando se vuelven lo suficientemente maduros pueden criar las llamadas liendres. Estas crías de piojo son bastante más pequeñas que los propios y se quedan adheridas al cuero cabelludo.
Si tenemos dudas de si nuestro o nuestra hija tiene piojos, lo más recomendable es mirar tanto en la nuca como detrás de las orejas. Se sitúan en estas zonas ya que la irrigación de la sangre es mucho mayor que en otras zonas de las cabezas y es por ello que las prefieren.
¿Pero como es el tamaño de un piojo? ¿Y, el de una liendre?
Para que os hagáis una idea del tamaño que pueden tener estos bichos, el piojo se parece a una semilla de sésamo. Vamos resumiendo, que son minúsculos y difíciles de detectar.
Por otro lado, sus crías, las larvas, son todavía más pequeñas, casi como un nudo de hilo. Más nos vale que tengamos una vista de lince, porque nos va a costar verlas.
Gracias al uso de peinetas podemos comprobar si estamos o no infestados.
¿Cómo nos contagiamos?
Primer mito, los piojos vuelan. No, los piojos no vuelan, si el amiguito de mi niño tiene piojos por mucho que este cerca el piojo no va a saltar. El piojo se propaga por contacto directo, necesita que los niños estén pegados (cabeza con cabeza, por ejemplo) para que se los pasen. Eso sí, realizando esta tarea son expertos y se propagan muy fácilmente.
Nos podemos contagiar por compartir gorros o por las sabanas, es por ello que es de vital importancia tratar a todos los miembros del hogar a la vez.
¿Cuáles son los síntomas?
Sobre todo picazón del cuero cabelludo. Todas aquellas personas que tienen piojos se pasan todo el día rascándose la cabeza. Aún así, es recomendable antes de iniciar cualquier tratamiento revisar y verificar que el picazón puede ser debido al piojo y no por cualquier otra patología como podría ser una dermatitis en el cuero cabelludo.
Segundo mito, no transmiten enfermedades. Son molestos, son un incordio y muy difíciles de quitar pero nuestro hijo no va a tener ninguna enfermedad por pillar los piojos.
¿Cómo los trato?
En la farmacia puedes adquirir numerosos productos que te ayuden a erradicar estos malditos bichos, llamados piojos y liendres. Lo más importante de todo es tratar a todas las personas que estén en casa y los tengan a la vez. Ya que si no hacemos esto es muy posible que no los matemos a todos y nos volvamos a contagiar.
Primero antes de pillarlos en mejor prevenirlos, para ello es muy recomendable que todos los días antes de ir al cole lleven unas gotitas de aceite de árbol del te detrás de las orejas y en la nuca. También se puede echar unas gotitas en el champú de pelo.