Patologia – El ojo seco

Los ojos son un órgano muy sensible que como cualquier otra parte del cuerpo hay que cuidarlos. Aunque hay que cuidarlos durante todo el año, en invierno hay que tratarlos con más cuidado ya que los cambios meteorológicos tan bruscos pueden tener efectos sobre ellos. El frío y el viento son los grandes enemigos de nuestros ojos, aunque los aires acondicionados de los establecimientos les siguen muy de cerca.

¿Qué pasa si tengo el ojo seco?

Estas agresiones son más perjudiciales si además de ellas la superficie ocular no es buena. Cuando lagrima que protege el ojo no tiene calidad suficiente o es deficiente, la situación se agrava. Cuando esto ocurre es esencial utilizar lágrimas artificiales o lubricantes del ojo que mantengan sana la película lagrimal. En algunas ocasiones, incluso el uso de gafas puede evitar que las agresiones lleguen a los ojos y de esta forma se pueden disminuir los síntomas.

Al síndrome del ojo seco también se le conoce como queratoconjuntivitis seca. Hay múltiples causas que pueden provocar que el ojo no sea capaz de producir suficientes lágrimas. Eso produce una alteración de la película lagrimal. Cuando esta película se ve alterada puede llegar a causar daños en la córnea y en la conjuntiva.

¿Cómo es la anatomía del ojo?

Para entender el síndrome del ojo seco tenemos que conocer la anatomía del ojo. La película lagrimal que recubre y lubrica la superficie ocular está compuesta por tres capas. Si las ponemos de la más interna a la más externa son las siguientes: la capa mucosa, la capa acuosa y la capa lipídica. Para que la lágrima se produzca es necesario que se produzca la interacción entre varias estructuras: las glándulas lagrimales, los párpados y la superficie ocular. Todas ellas componen la unidad funcional lacrimal. Por lo que la disfunción de cualquiera de estas estructuras puede conllevar hacia la enfermedad del ojo seco.

Prevalencia y diagnóstico

La prevalencia del ojo seco no se conoce con exactitud, se estima que lo podría llegar a sufrir un 30% de la población y suele ser más frecuente en personas de edad avanzada. En las consultas de oftalmología casi hasta un 30-35% de las consultas pueden estar relacionadas con esta patología.

El diagnostico es complicado ya que no hay ninguna prueba física que determine si el paciente padece o no la enfermedad. El diagnostico se basa en una exploración física cuando hay síntomas. El síndrome de ojo seco se puede dividir en dos grandes grupos. Uno de ellos puede ser que se haya producido una disminución en la producción de la lágrima y debido a una pérdida excesiva por evaporación.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo por los que se puede producir el ojo seco entran los siguientes:

  • Edad, la secreción de las lágrimas disminuye con la edad, por lo que personas de edad más avanzada están más predispuestas a padecerlo.
  • Sexo femenino
  • Alteraciones hormonales, por la disminución de estrógenos
  • Enfermedades sistémicas, como la enfermedad de Parkinson, la diabetes o el síndrome de Sjögren.
  • Lentes de contacto, estas producen un aumento de la evaporación de la lágrima.
  • Fármacos, amiodarona, antihistamínicos, fármacos anticolinérgicos, isotretinoína, estrógenos o ácido nicotínico aumentan el riesgo de paceder esta enfermedad
  • Cirugía ocular, en el caso de que afecte a la córnea.
  • Factores ambientales, la polución, los ambientes poco húmedos, la calefacción excesiva o el aire acondicionado, favorecen la sequedad ocular.

Síntomas

Los síntomas del ojo seco son muy variables entre una persona y otra, y cada uno lo describe de una forma diferente. Entre los síntomas más frecuentes encontramos:

  • Sequedad ocular, se trata del síntoma más frecuente. El déficit de la cantidad de lágrima produce molestias al parpadear, además de sensación de cuerpo extraño y sensación arenosa en los ojos. Puede empeorar si los factores ambientales no son adecuados.
  • Enrojecimiento, picor y escozor ocular
  • Lagrimeo excesivo
  • Aumento de la sensibilidad ocular a la luz
  • Visión borrosa

Tratamiento

No existe un tratamiento curativo para el ojo seco. La única opción que hay es el tratamiento sintomático, en el encontramos diferentes alternativas terapéuticas.

Lágrimas artificiales, son el tratamiento de elección. Su composición intenta imitar la lágrima natural del ojo, aunque debido a la complejidad de esta no son totalmente iguales. Podemos encontrar dos tipos diferentes, con y sin conservantes. Las primeras son algo más irritantes que las que no presentan conservantes, sin embargo tienen una duración más larga una vez abiertas. Normalmente suele bastar con administrar una gota en cada ojo unas cuatro veces al día. La mayoría de los pacientes nota mejoría en los primeros días.

Si los colirios no fueran suficientes podríamos recurrir a otro tipo de presentaciones, siempre avisando al paciente de que pueden causar visión borrosa y que sería más adecuado usarlas por la noche.

A parte de estos tratamientos, hay algún otro pero ya son más específicos y deben ser recetados por el médico. Los pacientes que sufren de sequedad ocular deben tener cuidado con los factores ambientales que pueden producir un empeoramiento de la patología.

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