Son fechas malas, con estos fríos polares las gripes hacen acto de presencia. Muchas veces con un simple antigripal nos basta y nos sobra para notar una clara mejoría. Sin embargo, en otras ocasiones necesitamos acudir al médico para que nos dé un antibiótico y poder pasar el mal trago de estar enfermo con éxito.
¿Qué son los antibióticos?
Lo que sí debemos tener clara es una cosa, los antibióticos solo van a ser eficaces frente a enfermedades bacterianas, y las gripes, muchas faringitis, otitis y bronquitis son causadas por virus y los antibióticos no las curan. Por lo tanto, aunque muchas veces nos quedemos más tranquilos cuando el médico nos receta un antibiótico no siempre es necesario y su mal uso puede provocar muchas resistencias.
Después de haber ido al médico la siguiente parada para conseguir nuestro antibiótico es ir a la farmacia, en ella normalmente nuestro farmacéutico nos aconseja de cómo debemos tomarlo. Sin embargo, muchas veces entre el malestar y las pocas ganas de estar en la calle no escuchamos correctamente la explicación de cómo tomarlo y luego llegamos a casa y los tomamos de cualquier manera ya que creemos que eso no nos afectará.
Reglas de oro de los antibióticos
Quiero dejaron también tres reglas claras acerca de los medicamentos:
1.- NUNCA hay que tomar los medicamentos por nuestra cuenta, solo nuestro médico o dentista, tras examinarnos decidirá si los necesitamos.
2.-Tomar los antibióticos SIN NECESIDAD nos puede causar más daño que beneficio y además pueden perder eficacia.
3.-REGLA DE ORO: Si empiezas un tratamiento ACÁBALO. Aunque sientas mejoría es obligatorio acabar los tratamientos para evitar recaídas y resistencias.
4.-En la farmacia los medicamentos SOLO se pueden dar CON RECETA.
Los antibióticos más consumidos
A continuación os dejo un breve esquema de cómo tomar los medicamentos de uso más común.
Penicilinas (Amoxicilina): Se suelen tomar cada 8h y existen casi todo tipo de presentaciones: capsulas, comprimidos, sobres y suspensiones extemporáneas. Pueden tomarse con o sin alimentos. Cuando se trata de suspensiones extemporáneas hay que prepararlas al momento y luego se pueden guardar en el frigorífico. Cualquier otra penicilina que no sea amoxicilina se debe tomar sin alimentos.
Amoxicilina / Ácido Clavulánico (Augmentine): Se trata de un medicamento muy común en la medicina de familia que hay que tomarlo cada 8h generalmente. Es mejor tomarlo con el estómago vacío. Un efecto adverso de este medicamento son las diarreas y los hongos. Para evitar estos efectos adversos es conveniente tomar probióticos y prebióticos que nos ayudarán a repoblar la flora intestinal que ha quedado barrida tras la toma del medicamento.
Fosfomicina (Monurol): Es un medicamento muy común cuando hay infecciones de orina, normalmente se dan dos sobres. Hay que tomar uno a la noche a última hora antes de irnos a dormir y otro al día siguiente a la misma hora. Tomándolo de esta forma conseguimos que se mantenga en el cuerpo el máximo tiempo posible, aumentando su eficacia.
Doxiclina y Minociclina: estos antibióticos pueden causar decoloración permanente en los dientes de niños menores de 8 años. Además, debemos evitar su administración con antiácidos, calcio o leche en general.
Cefuroxima (Zinnat) y Cefixima (Denvar): Se suelen tomar cada 12h y también se deben tomar con el estómago lleno.
Azitromicina: Es un antibiótico que hay que tomarlo una vez al día y con el estómago vacío.
Claritromicina: Se toma cada 12h y con el estómago lleno.
Ciprofloxacino y Norfloxacino: Se suelen tomar uno cada 12h durante 7 o 14 días. Hay que tomarlos con el estómago vacío o bien 1h antes de comer o bien 2h después de comer. No hay que tomarlos con lácteos ya que disminuyen claramente su eficacia